Durante los años 70 y 80 hubo una productora que hizo las delicias de los aficionados al cine de acción más casposo: Cannon Films. Pese a sus carencias, sus baratas y cachondas producciones que buscaban una rápida difusión descansan en el corazón friki de cualquier treintañero cinéfilo, ya que es donde se forjaron estrellas del calibre de Charles Bronson, Chuck Norris o Jean-Claude Van Damme, además de salir las primeras copias descaradas de grandes éxitos.
Este documental, escrito y dirigido por Mark Hartley, narra a través de entrevistas y fragmentos de sus films sus inicios y las hilarantes peripecias de sus creadores, Menahem Golan y Yoram Globus, dos primos cuya pasión por el cine cambió la forma de hacer y comercializar películas. Fue el estudio de Hollywood menos amado pero sin duda fue el que más sacudió sus cimientos para siempre gracias a sus demenciales estrategias publicitarias. Al loro con los títulos.
Suyas son: ‘Desaparecido en combate’ (1984), ‘Delta Force’ (1986) y ‘Invasión U.S.A’ (1985) con Norris; las tres pelis de ‘El justiciero de la noche’ (1985) y dos de ‘Yo soy la justicia’ (1981) con Bronson; la mítica ‘Masters del Universo’ (1987), versión de He-Man con Dolph Lundgren; ‘Superman IV: En busca de la paz’ (1987) tras la negativa de Warner; ‘Cobra, el brazo fuerte de la ley’ (1986), con un Stallone triunfante tras sus Rambos y Rockys; o ‘Contacto sangriento’ (1988), ‘Kickboxer’ (1989) y ‘Cyborg’ (1989) con un JCVD en plena forma.
Algunas películas las dirigía el propio Golan, pero en aquella época también míticos directores han pasado por el sello Cannon. El más conocido entre el gran público fue Tobe Hooper, que soltó joyas del calibre de ‘La matanza de Texas 2’ (1986), ‘Fuerza vital’ (1985) o ‘Invasores de Marte’ (1987). A cada cual peor, pero que sin duda entraban dentro del canon de la productora.
Tras pasar por varios festivales incluyendo Sitges o Toronto, ‘Electric Boogaloo, la loca historia de Cannon Films’ llegará a algunas pantallas españolas el 13 de Marzo.
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