Quizás fue el hecho de que antes de ir a coger el tren destino a Sitges me diera cuenta de que no tenía las llaves de casa y tuviera que volver a buscarlas para luego otra vez en la estación ver que me había dejado la cámara, pero el primer día de Sitges 2015 empezó gafe. Y tarde. Llegué a Sitges sobre las 19h con el tiempo justo para ir a buscar la acreditación con la bolsa fashion de este año (cada vez más pequeña) y saludar a los colegas.
Una vez allí, lo dicho: tuve poco tiempo para ver las novedades (sala Tramuntana, puestos de comida fuera del Melià…) ya que a las 20h empezaba la Gala de Inauguración. Allí tendría lugar la preniere de ‘The Witch’ con la presencia del director y la actriz principal; de la entrega del Premio Màquina del Temps a Nicolas Winding Refn y la proyección del cachondo corto ‘Consumo responsable (Nivel 7)’, dirigido por Santiago Segura, en el marco del proyecto Cinergía de Gas Natural Fenosa y cuyo discurso fue lo mejor de la gala. Todo es mejor que lo que pueda decir un afónico y sieso Winding Refn.
Sitges Awards: 1) Primer Menú Zombi comprado 2) Primer cubata nocturno en compañía
¿Qué han puesto a parir? De las primeras (abucheos incluidos) el psychothriller ‘The Girl in the Photographs’ producida por el fallecido Wes Craven.
Gala de Inauguración de Sitges 2015
‘THE WITCH’, malrollismo para una familia de religiosa
¿De qué va? Una familia de colonos cristiana, formada por un matrimonio y sus cinco hijos, vive cerca de un bosque que, según las creencias populares, está controlado por un mal sobrenatural. Cuando su hijo recién nacido desaparece y los cultivos fracasan, los miembros de la familia se rebelarán los unos contra los otros en una espiral de violencia en un ambiente malsano.
¿Quién la hace y quién sale? Dirige el debutante Robert Eggers, galardonado con el premio al Mejor Director en Sundance, y protagonizada por Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie y Harvey Scrimshaw.
Mini crítica: Como nos podía dejar entrever su tráiler, ‘The Witch’ es una cinta que da MUY mal rollo y que sumerge al espectador en una atmósfera asfixiante y opresiva. Su gran poderío no está en el susto fácil como haría cualquier película de terror, sino en dos conceptos que realmente no sabes cual de ellos es más potente: la banda sonora o el apartado visual.
Desde el principio su BSO acojona y las sugerentes imágenes que crea Eggers (no se me quita de la cabeza UNA en concreto) te genera una intranquilidad y un ambiente malsalno que te mantiene en tensión. Además, la desintegración moral de la familia protagonista (básicamente la trama central) se ve y se siente a la perfección a través de unos actores que te contagian el mal y el terror que sufren.
Por desgracia, la experiencia sensorial que es ‘The Witch’ se repercute mucho debido a su desarrollo lento y pausado y el obvio abuso de la temática religiosa que se va bastante de madre hacia el final. Está bien parida, pero personalmente no es el tipo de película con la que disfruto del todo. No es convencional y a muchos les pillará con los sentimientos encontrados.
Baldómetro: No está mal 3/5