Sexto día del festival, quinto día Baldomeriano. Sí, las cuentas no encajan… Eso es porque el martes me lo tomé libre. ¿Por qué? Muy fácil: porque las películas que tenía marcadas han demostrado ser basura. Así que en lugar de ‘perder el tiempo’ en constatar lo que se lee por twitter, pasé el día en familia. Eso sí, ayer vuelta al festival.
Me costó, ya que como bien recordaréis el ayer cayó en gran parte de Cataluña de Dios. Y Sitges no era una excepción. Riós improvisados en las calles, viento que te congelaba y una sensación de «qué coño hago aquí» generalizada. Y más si las dos primeras películas son malas. Ayer tocaron ‘Detour’ en la sala Tramuntana (primera vez que voy desde que se estrenó el año pasado), Rob Zombie y su ’31’ y sesión de madrugada con ‘Midnight Special’.
Sitges Awards: 3) Cenar el Menú Star Treck (anteriormente conocido como Menú Zombie) en el bar del exterior del Auditori.
‘DETOUR’, un crimen tramposo
¿De qué va? Harper es un chico que está convencido de que su padrastro causó el accidente que dejó a su madre en coma. Una noche de borrachera, le cuenta sus penas a Johnny, un golfo que le ofrece una solución a sus problemas: liquidar al tipo a cambio de 20 mil dólares.
¿Quién la hace y quién sale? Escribe y dirige Christopher Smith, responsable de ‘Creep’ (filme de clausura en Sitges 2004) y de la estrenada en nuestro país ‘Desmembrados’ (2006). Tye Sheridan, Emory Cohen, Bel Powley y Stephen Moyer la protagonizan.
Mini crítica: Lo que se nos vendía como una cinta a lo ‘Dos vidas en un instante’ (1998) ha resultado ser una película tramposa que lo único que hace es narrar de forma desordenada una historia. Hasta la mitad puede colar, y te engancha, pero que una vez que descubres el pastel ya no tiene ni pizca gracia.
Y sin el recurso de contar realmente dos versiones distintas de una historia, nos encontramos con un guión, unos personajes y unas ‘casualidades’ de manual que no hacen sino hacernos pensar que estamos delante de un thriller de esos que se pueden ver una tarde de sábado en Antena 3. Prescindible y olvidable.
Baldómetro: Mala 2/5
’31’, el juego macabro de Rob Zombie
¿De qué va? Cinco feriantes son secuestrados la noche antes de Halloween. A merced de sus captores, se ven forzados a participar en un macabro juego llamado 31. En las próximas doce horas, deberán luchar por sus vidas ante un interminable desfile de maníacos homicidas, amantes del caos, del dolor y del maquillaje.
¿Quién la hace y quién sale? El terror tiene un nombre, y este es el de Rob Zombie que vuelve a Sitges para un festival de gore y payasos asesinos. Sheri Moon Zombie (con su culo), Jeff Daniel Phillips, Lawrence Hilton-Jacobs, Meg Foster, Kevin Jackson, Richard Brake y Malcolm McDowell formarán parte de ese juego.
Mini crítica: Ver al controvertido Rob Zombie dirigiendo una película de payasos asesinos era en prinicpio una apuesta ganadora. Pero por desgracia no es así. Sencillamente nos encontramos con una versión macabra de ‘Los juegos del hambre’ (2012) que ni sorprende ni entusiasma.
La dirección y el montaje son lo peor. Muchísimo peor que la adaptación de Gary Ross sobre el libro de Suzanne Collins, ya que viene al caso. Planos cerrados, movimientos de cámara epilépticos, slow-motion a destiempo y un montaje de becario no dejan ver nada y hacen que el visionado sea todo un infierno. La dirige otro y le caen palos a lo ‘Blair Witch’.
En ambientación cumple (¡qué menos!) ya que ese mundo degenerado y bizarro que parece haber salido de la mente de un esquizofrenico empastillado está bien ejecutado y hasta tiene el nivel de gore que se espera. Pero sus personajes lejos de dar mal rollo son ridículos y tienen cero carisma. Sólo se salva el implacable Doom-Head (Blake), que tiene un brutal monólogo inicial.
Baldómetro: Mala 2/5
‘MIDNIGHT SPECIAL’, un misterioso niño que quiere ir a casa
¿De qué va? Roy es un padre que se da a la fuga por carretera con su hijo Alton, un niño con poderes sobrenaturales. Lo que comienza como una carrera para huir de extremistas religiosos y fuerzas del orden locales pronto escala hasta convertirse en una persecución a nivel nacional en la que participan los más altos niveles del gobierno federal.
¿Quién la hace y quién sale? Tras la buena recepción de ‘Take Shelter’ (2011) y ‘Mud’ (2012), el director Jeff Nichols salta a la ciencia-ficción de gran presupuesto. El reparto es de traca: Michael Shannon, Joel Edgerton, Kirsten Dunst, Adam Driver, Sam Shepard y el pequeño Jaeden Lieberher.
Mini crítica: Más allá de ponerse a comparar con ‘Encuentros en la tercera fase’ (1977) o ‘E.T. El extraterrestre’ (1982), la cinta de Nichols se disfruta a lo fácil. Desde el principio, gracias a la atmósfera y el magnético misterio que te genera en el cuerpo (ojo a la BSO), y hasta con la dirección de sorprendentes escenas.
El problema es que hay que desconectar el cerebro. Si te pones a pensar demasiado los agujeros de guión te quitarán todo lo bueno que tiene la intensa primera mitad de este atrevido drama familiar. Tramas que desaparecen, personajes con cero empatía, comportamientos sin sentido de éstos… Conclusión: Nichols se ha pasado a la hora de jugar con la ‘ciencia-ficción’.
Baldómetro: No está mal 3/5