La industria cinematográfico a lo largo de los años ha ido cogiendo de referencia muchos libros y cómics para llevar a cabo películas. En esta ocasión se basa en el universo de cómics Valiant, los cuales están incluidos dentro del gran género de los superhéroes y del fantástico, pero con algunos matices algo diferentes a los que estamos acostumbrados a ver.
El personaje Bloodshot surge de la serie de cómics de los años 90 de la editorial Valiant Cómics y fue publicado en España por Medusa Cómics, aunque en la versión cinematográfica se ven varias diferencias, como es habitual en este tipo de adaptaciones.
El film, bajo el mismo título Bloodshot, está dirigido por David S.F. Wilson, tratándose de su debut, conocido por haber ejercido como técnico de efectos visuales de varios videojuegos y que su estrecha relación con el cine, gracias a dirigir un capítulo de la serie de Netflix, Love, Death & Love: La ventaja de Sonnie. Además, fue uno de los supervisores creativos de Avengers: The Age of Ultron.
La historia se centra en Ray Garrison (Vin Diesel), un soldado caído recientemente en combate y devuelto a la vida gracias a la tecnología avanzada de la corporación RST bajo la identidad del superhéroe Bloodshot. En el interior de sus venas corre un ejército de nanotecnología capaz de regenerar su cuerpo, curar las heridas y otorgarle una fuerza implacable.
Este nuevo soldado aporta al largometraje violencia y brutalidad, sin ningún tipo de miramientos. El hecho que sea imparable hace que la acción fluya y sea un producto intenso y disfrutable. Todo el CGI está muy bien ejecutado y ofrece un espectáculo visual muy potente. Las escenas de acción están desarrolladas con un juego de humo, luces y desenfoques acertados, que saben provocar confusión y hasta temor sobre lo que va a suceder a continuación. Todo ello hace que podamos imaginar lo que las víctimas están sintiendo o están a punto de vivir.
Las partes que chirrían bastante son las escenas que aportan drama y sentimentalismo, ya que no acaban de encajar en la amalgama general. El guión hace aguas por todas partes y llega a ser inverosímil, pero superada esa barrera, lo mejor es dejarse llevar y eclipsar por el montaje tan vertiginoso que nos plantea el cineasta.
Sin embargo, el ritmo que arrastra la historia en sí junto a los movimientos de cámara hacen que, en conjunto, sea una cinta fácilmente disfrutable. La interpretación de Vin Diesel (saga Fast & Furious o Guardians of the Galaxy) recordará a la que ha realizado en otros films de acción y ciencia ficción como Riddick o Triple X. Así que para los fans del actor será una buena ocasión para reencontrarse con él.
Sin embargo, los fans del cómic echarán en falta su esencia. Por otra parte, está el personaje interpretado por Guy Pearce (Memento o The Hurt Locker), que ejerce de líder de la empresa y esconde un gran secreto. Se trata de un acto muy polifacético que acaba sumando positivamente al equipo, ya que el resto del elenco es bastante irregular y vale la pena alguien con tablas para salvar la situación.
En definitiva, es un film ideal para pasar un rato en el cine sin más dilación, ya que no es nada revolucionario. Un producto cargado de estereotipos, pero que en conjunto acaban funcionando y entretienen al espectador. Sin pretensiones y con la acción y violencias necesarias.
Lo mejor: Cumple con su cometido y entretiene. Logra sostenerse a lo largo de todo el largometraje y aporta cápsulas de dosis de acción bien encajadas.
Lo peor: No ofrece grandes sorpresas ni aporta giros de guión rocambolescos.
Nota: 6