De una película el primer día pasamos a tres el segundo. No está nada mal. En este caso ha sido día de Auditori y Tramuntana, esa sala con butacas de un antiguo cine Lauren que tiene los subtítulos arriba y que a veces se oye la estática de un altavoz.
Pero oye, si no se puede en otra sala entonces ha de caer una Tramuntana. Lo bueno es que he tenido tiempo para socializar tranquilamente con amigos y conocidos con alguna que otra cerveza. Que el Festival de Sitges también es socializar.
THE SEEDING, la semilla masculina atrapada
¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? Escribe y dirige Barnaby Clay, cineasta inglés que se estrena en el largometraje tras parir el cortometraje CAROUSEL (2005). Está protagonizada por Scott Haze junto a Kate Lyn Sheil.
¿DE QUÉ VA? Un hombre que se encuentra en el desierto para fotografiar un eclipse solar encuentra a un niño perdido y decide ayudarlo. Pero por su culpa quedará atrapado en un gran socavón junto a una misteriosa mujer que tiene una casa allí. Además será por un grupo de chavales que no le dejarán salir.
Lo mejor de este drama psicológico es su primer minuto. Así de claro. Te ofrece una escena que impresiona y promete cosas buenas, pero todo es pura fantasía y poco a poco la película se desinfla hasta directamente aburrir. No hay más.
Ojo, la idea es buena, pero la ejecución es tan pobre que pese a hacer esfuerzos no te importa lo más mínimo lo que está sucediendo. La atención te dura 20 minutos, luego ya desconectas y te pones a pensar en tus cosas. El ritmo es demasiado lento, las escenas repetitivas y parece que la narración no avanza hasta llegar a un final que no sorprende.
Con los personajes no empatizas y no sientes su angustia, los niños psicópatas no destacan ni dan mal rollo y da la sensación de que la banda sonora está con el volumen a tope para enmascaras los errores. Intenta generar tensión, pero consigue el efecto contrario. Se podría destacar la relación malsana entre los protagonistas, pero es tan poco creíble que, insisto, tú ya estás en otro sitio.
BALDÓMETRO: Buena (4/5)
WAKE UP, baño de sangre activista en el IKEA
¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? Diren RKSS, siglas de Roadkill Superstars, el trío formado por los canadienses François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell, conocidos por sus largometrajes TURBO KID (2015) y VERANO DEL 84 (2018). Turlough Convery encabeza el reparto junto a los chavales Benny O. Arthur, Charlotte Stoiber, Alessia Yoko Fontana, Tom Gould, Jacqueline Moré y Kyle Scudder.
¿DE QUÉ VA? Un grupo de jóvenes activistas se encierran en una tienda de muebles y decoración como protesta medioambiental. Allí harán grafitis y hasta jugarán con pistolas de paintball para mandar su mensaje mientras se graban con los móviles. Lo que no esperan es que allí dentro se encuentra un guardia de seguridad un poco zumbado que intentará cazarlos uno a uno.
CRÍTICA | Ésta es de esas películas que da lo que promete y no pierde el tiempo en ello. Se trata de un entretenido slasher con ecos a ciertas películas de los años 80 que nos da un baño de sangre por los pasillos de una gran tienda a lo IKEA. Y qué gustazo.
Es cierto que la película tiene momentos muy forzados para continuar con la trama o que tenga algún personaje más tonto de lo que debería, pero se lo perdonas porque te lo estás pasando en grande con las muertes y la contundencia violencia de una película muy autoconsciente. Y se nota sobretodo en su final o su epílogo, por ejemplo.
Otro punto a destacar es que cuando se desata el caos los chavales se comportan como deberían en la vida real y buscan la manera de poder salir o enfrentarse a ese guardia de seguridad (brutal su actuación enajenada) obsesionado con caza de animales con sus propias manos. Algo que da mucho juego en la forma de desarrollar la cacería y no caer en una dinámica repetitiva.
BALDÓMETRO: Buena (4/5)
SLEEP, trastornos del sueño matrimoniales
¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? Escribe y dirige el debutante Jason Yu, formado como asistente de dirección de Bong Joon-ho y con trabajos puntuales para Lee Chang-dong. Y ya os digo que menudo debut. Lee Sun-kyun y Jung Yu-mi son la pareja protagonista.
¿DE QUÉ VA? Una mujer embarazada se preocupa por los extraños hábitos de sueño de su marido. Lo que comienza como un ligero sonambulismo, pronto se convierte en un comportamiento amenazador. Agobiada y tras consultar a una clínica del sueño, la mujer buscará la ayuda de una chamán.
CRÍTICA | Estoy escribiendo estas líneas días después de verla y he de decir que me ha gustado más. El reposo le sienta bien. Yu ha parido un drama psicológico de un ritmo muy pausado (demasiado) que nos adentra en un matrimonio con mucha paranoia.
A lo largo de toda la película la tensión van en aumento y el malrollo nos brindara unos cuantos momentos MUY TOP a recordar después del visionado. Y es que la película poco a poco te cautiva gracias a la pareja protagonista, sobre todo ella, que sostienen el peso dramático y el suspense.
En general la cinta está muy equilibrada (ojo al humor negro metido quirúrgicamente) y el tono es el correcto pero momento que la trama digievoluciona al fantástico y puede que choque a más de uno. Pero la puesta en escena es tan minimalista como efectiva que el cambio queda bien.
Aunque más allá del malrollo, lo que mejor hace la película es tratar el tema de las relaciones de pareja, sobretodo en los malos momentos. Desconfianza, esperanza, rabia, engaño, amor… muchas emociones que nos hacen empatizar con los protagonistas y que retratan perfectamente las diferentes caras del matrimonio.
BALDÓMETRO: Buena (4/5)