Con David Trueba en la dirección, la película nos guía a través de la vida de Eugenio (David Verdaguer), focalizándose en la relación con su mujer Conchita (Carolina Yuste) como catarsis de su éxito y fama.
Este viaje a través de su vida personal fluye de forma resolutiva, resultando en un emotivo drama familiar con grandes momentos de comedia que, sin embargo, nunca deja de lado la importancia del desarrollo de la figura principal, tanto personal como artísticamente. Logramos empatizar con los protagonistas, les entendemos y les cogemos cariño. Muestra las partes más humanas de Eugenio mientras nos enseña a la vez su poco conocido ascenso a la fama, que sorprende fácilmente al espectador que no esté muy familiarizado con su historia.
La película entretiene y emociona, además, es amena, pues los chistes de Eugenio, aunque se hayan repetido miles de veces, no pierden potencia, agilizan mucho el ritmo del film. Contiene varios clímax muy bien construidos que nos van dejando con ganas de ver más hasta el final, enganchándonos a la trama. Las actuaciones son muy buenas; papel sobresaliente de Carolina y, David, por su parte, parece a ratos el mismísimo Eugenio, con esa aura funesta pero divertida.
Poco más que decir, película más que correcta que va un poco más allá de la representación básica del biopic fácil, mostrando las luces y sombras de nuestro atormentado comediante.
BALDÓMETRO: 4/5 Buena