Escribo esta crítica sin haberme leído el libro de Stephen King y sin ver la adaptación noventera con Tim Curry, así que no esperéis comparaciones con ellas. Simplemente voy a comentar la brutálisima película que es este remake creado por Andy Muschietti y que nos deja una aventura juvenil tan entretenida y conmovedora como escalofriante y perturbadora.
Muschietti sabe que lo importante de una película así, además de tener un payaso que acojone, es tener un reparto de niños que encaje en la historia, que tenga química entre sí y con el que puedas conectar desde el minuto uno con su mezcla de inocencia y ternura. Y todo eso se consigue aquí. La cinta se toma su tiempo para narrar la vida de los chavales en el pueblo y profundizar en sus traumas personales, pero funciona a la perfección.
Como resultado tenemos a un grupo con unos personajes tan marcados y definidos (el bocazas, el gordo que sufre bullying, el asmático e hipocondríaco…) que se acerca más a la dinámica de ‘Los Goonies’ que a ‘Stranger Things’ (y eso que comparten un niño). De todos ellos, hay que destacar a la pelirroja Sophia Lillis, que se come la pantalla desde sus primeros minutos en ella.
Pero vamos a lo bueno: ¿qué tal Bill Skarsgård como Pennywise? Acojonante. Desde que lo vemos por primera vez en un prólogo tan contundente como sangriento nos damos cuenta de que no hace falta tener coulrofobia para que la presencia del renovado payaso danzarín nos ponga los pelos de punta. Sus ojos, su sonrisa y sobretodo su voz (en versión original) con la que pasamos algún que otro momento inquietante. Dolby Atmos a tope.
A pesar de peque de tener los típicos sustos con el volumen alto, una de sus mayores virtudes es el impacto visual y el mal rollo en general. Eso sí, el gore y violencia también serán ingredientes de esta adaptación. La atmósfera oscura no estará presente todo el rato, ya que también tiene cabida el tono ligero y travieso propio de la adolescencia y la amistad.
En definitiva, la versión 2017 de ‘IT’ cumple las altas expectativas que teníamos de ella y se acaba convirtiendo en una versión ‘lado oscuro’ de ‘Los Goonies’, para bien y para mal. Un reparto infantil sobresaliente, un payaso que acojona, una aventura ochentera entretenida y el mismo mensaje de siempre: el paso hacia la madurez y la superación del miedo personal.
Lo mejor: El aroma a aventura juvenil gracias a un reparto solvente.
Lo peor: Hay unos altibajos en el ritmo que le pasan factura y se acaba haciendo larga.
Baldómetro: Muy Buena 5/5