Hay personas que durante su vida han tenido una repercusión importante y son mundialmente reconocidas por los actos que han realizado y realizar películas sobre su trayectoria conlleva darlas a conocer más allá de esos hechos. Los biopics dramatizan sobre esas figuras que marcaron un antes y un después en su época (para bien o para mal). En esta ocasión, se centra en aquel hombre de gorro rojo tan característico que dio a conocer el mundo más allá de nuestros ojos a través de sus documentales, investigando y explorando los fondos marinos.
Además, fue co-creador de los reguladores y desarrolló varios utensilios para favorecer el buceo autónomo. Este drama biográfico de aventuras se centra en la vida del legendario explorador Jacques Cousteau y su hijo Philippe, los cuales mantienen una relación distante hasta que se embarcan en su mayor hazaña. A bordo del Calypso se reencontraran el uno al otro, antes que la tragedia les acabe golpeando.
Debo reconocer que soy una apasionada a todo lo relacionado con el mundo submarino y al ver este film ya iba algo condicionada sabiendo que, de una manera u otra, saldría contenta tras su visionado. Sin embargo, trataré de ser lo más subjetiva posible y comentarla según es. A priori, se nos presenta un hombre familiar que anhela descubrir aquello que esconden 3/4 de nuestro planeta, pero en el transcurso del guión va evolucionando de una manera despótica, egocéntrica, mostrando la verdadera cara de una leyenda (fallecida hace ya 20 años).
En cuanto al desarrollo es una biografía de manual, no se arriesga en ir más allá, precisamente por eso el film funciona. Cabe destacar la magnífica fotografía que muestra las profundidades del océano así como las criaturas en su entorno natural, ofreciendo todo un mensaje sobre la protección de los ecosistemas y de una crítica negativa hacia las grandes industrias petrolíferas, la pesca masiva o los cazadores de grandes mamíferos en los árticos. Todas estas imágenes embriagan el alma del espectador reforzadas por una banda sonora nacida de las manos de Alexander Desplat.
Todo un espectáculo visual que emerge de la mente del cineasta Jérôme Salle (‘El secreto de Anthony Zimmer’ o ‘Zulu’), mientras que un Lambert Wilson (‘Las confesiones’ o ‘La vaca’) se mete a fondo en el papel de Jacques Cousteau y Audrey Tautou (‘La delicadeza’ o ‘El código Da Vinci’) en el de su perturbada mujer.
En definitiva, se trata de un film interesante para conocer los entresijos del protagonista y su entorno. Aunque acabe aburriendo al espectador por su duración y su fórmula repetida en enésimas ocasiones.
Lo mejor: La música de Desplat nos sumerge a otra dimensión, las vistas del mundo acuático son impresionantes y los personajes transmiten su pasión hacia el espectador.
Lo peor: Se hace algo larga para aquellas personas que no son amantes del mar y algunos personajes resultan algo tediosos o histéricos.
Baldómetro: No está mal 3/5