El cineasta Roland Emmerich (Godzilla, Independence Day o 2012) nos tiene acostumbrados a mostrarnos films de gran presupuesto cargados de una grandilocuente pirotecnia. Todas ellas dotadas de una espectacular puesta en escena y abordando las catástrofes mundiales tanto naturales como historias de ciencia ficción elevándolas hacia lo imposible e inverosímil.
Su mayor virtud es mostrar como la Tierra acaba destruida de mil formas y con el máximo esplendor, eso sí, sus guiones hacen aguas y pecan de inexactitud, dejando que el espectador acabe por creerse tales vicisitudes con tal de disfrutar del espectáculo.
Ahora bien, los últimos años el director ha dejado un poco de lado este cine que tanto lo caracteriza para centrarse más en hechos históricos y profundizar en la parte humana de ellos, sin dejar de lado las explosiones. En esta ocasión nos presenta el film ‘Midway’, situado en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial. Tras el devastador ataque sorpresa que destruyó Pearl Harbor, la Armada Imperial Japonesa se prepara para un nuevo ataque. Pero el Almirante Nimitz (Woody Harrelson) y Dick Best (Ed Skrein), el mejor piloto de la armada estadounidense, preparan un contraataque al imponente ejército japonés. Dick encabezará un ataque masivo que hará que Japón se percate del error que ha cometido atacando a los EEUU. Una decisión que acabará cambiando el curso de la historia para siempre.
Mientras los potentes enemigos emprenden una letal batalla, todas las miradas permanecen puestas sobre la remota isla de Midway, donde una serie de impactantes ataques aéreos y marítimos que pondrán a prueba la potencia y la fortaleza de ambas naciones.
La trama es bastante fiel a los hechos históricos, así como a los actos heroicos que los representan, sin embargo, la película muestra bastantes personajes y hacen que el espectador se pierda ante tanta información. Pese a que funciona perfectamente, acaba cayendo en un cúmulo de repeticiones que se hacen aburridas y poco condescendientes.
Empieza con mucha acción y de manera prometedora, pero su larga duración hace que al llegar al clímax se haya perdido la potencia suficiente como para disfrutar del momento apoteósico. El exceso de detalles y datos históricos juegan en contra del espectador medio, ya que acaban por saturar; sin embargo, los aficionados y entendidos de la historia agradecerán estas incursiones que en otros films carecen de detalle.
La anterior ocasión que se reprodujo en el cine este hecho bélico fue en 1976 bajo el título ‘La batalla de Midway’, la cual ya mostró la estrategia militar que tuvo que realizar la flota estadounidense para ganar la partida de ajedrez a los japoneses, convirtiéndose en un film imprescindible del género bélico. ¿Por qué entonces realizar una nueva adaptación? La gran pregunta de este siglo, la de realizar remakes, reboots, secuelas, live actions, etc…. de anteriores dando un enfoque muy similar o idéntico, pero con la tecnología actual y dando la oportunidad de dar a conocer estos hechos a las nuevas generaciones.
Los cinéfilos son los que mayormente conocen la existencia de versiones anteriores y reniegan de las adaptaciones actuales, sin embargo, la taquilla actual ha demostrado que el público convencional sigue yendo a ver remakes. Por ello, pese a que a muchos les moleste es importante para la industria seguir produciendo este tipo de cine, ya que es el que (desgraciadamente) alimenta la taquilla.
No obstante, al tratarse de una película que puede cansar, es buena y en parte es gracias a las grandes actuaciones y al elenco que la conforma como Woody Harrelson, Patrick Wilson, LukeEvans o Ed Skrein, entre otros. Pese a que a muchos no les da tiempo de recrearse mucho, por su escaso tiempo en pantalla, aprovechan los minutos al máximo y demostrando que son grandes actores.
Gran parte de la trama se centra en la estrategia que deben seguir y en el desarrollo de estos personajes, pero también en la acción bélica, por ello es una buena cinta para demostrar las cualidades ante la gran pantalla. Además, cuenta con una buena edición sonora que mejora las transiciones y nos recrea una inmersión en el frente de batalla a la perfección. También cabe destacar los efectos digitales, demostrando que el CGI cada vez es más realista y nos ayuda a la hora de sentir lo que se vivió durante la 2ª Guerra Mundial.
Lo mejor: Actuaciones correctas, buena dirección de fotografía y tratamiento de los hechos históricos.
Lo peor: Falta de empatía y profundidad hacia varios personajes. Su excesiva duración hace mella a la hora de alcanzar el clímax final.
Nota: 6/10