Menudo primer día. Decepciones y prisas, pero al menos en esta historia hay una muy buena película de por medio. El caso es que esta mañana iba a catar con mi padre la sesión del Drácula del año 1958, pero al final por una serie de avatares del destino no ha podido venir y he acabado comprando la entrada para ver la película inaugural: ‘The Shape of Water’, de Guillermo del Toro.
Pero claro, todo eso después dendejar a mi peque en el colegio, llegar a casa con la bici, ducharme, coger la moto para ir a coger el tren, llegar a Sitges desde Barcelona, coger la acreditación y la mochila (¡ojo novedad!) y por fin ponerme en la cola. Todo en menos de dos horas. Vamos, récord que ni en Crazy Taxi. Y claro, tras ver la película OTRA VEZ corriendo para la estación que un servidor tenía que ir a currar.
En fin, mañana por la noche… será más tranquilo.
‘THE SHAPE OF WATER’, la Bella y la Bestia del género fantástico
¿De qué va? Elisa es una mujer muda que trabaja en un laboratorio secreto del gobierno de los Estados Unidos durante la apasionante Guerra Fría. Su día a día de limpieza de lavabos y charlas con su compañera cambia al descubrir a un ser enigmático: un hombre-pez que es víctima de diversos experimentos. Elisa empieza entonces a sentir simpatía por este extraño ser y se establecerá una fuerte conexión entre ambos.
¿Quién la hace y quién sale? Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer y Richard Jenkins son los principales protagonitas de esta fábula dirigida por Guillermo del Toro, quien ya inaugurara el Festival de Sitges en 2006 con la siempre recordada ‘El laberinto del Fauno’.
Mini crítica: La expectación que causó su León de Oro en el Festival de Venecia es bien merecida. Del Toro se ha sacado de la manga un cuento de hadas con el que te sumerges desde el minuto 1 en una mágica, sensible y delicada historia de amor con una de las mejores ‘Bella y Bestia’ del género fantástico.
A los ingredientes conocidos del director (poderío artístico y visual, dirección cuidada…) tenemos que añadirle un romance bien trabajado en todos sus niveles, sobretodo desde que la pareja protagonista se va conociendo (bravo por la inocencia de Hawkins). Y lo más importante: haciendo que te los creas y sin caer en lo ridículo.
Esa buena construcción de personajes ocurre con todos: desde el malo malísimo de manual que se marca Shannon hasta los secundarios con toques de humor como Spender o Jenkins que dan oxígeno cuando más decae el ritmo. Porque si, uno de sus pocos problemas es la caída de ritmo a mitad del filme. ¿El otro? Que la historia es muy previsible.
Está claro que Del Toro ha hecho lo que ha querido y se lo ha pasado bien con ello. Cuando le das libertad a un director tan original y atrevido como él sólo puede salir algo tan maravilloso como esta propuesta tan entretenida que bebe del género para darle la vuelta y no sólo añadir amor poético, sino momentos sexuales, gores y hasta musicales. Y fardar de hacerlo bien. Chapó.
Baldómetro: Muy Buena 5/5