Primer día. Esa esperada bocanada de aire fresco por la mañana tras salir del vagón de tren (o del coche) para ir a recoger la acreditación de prensa. Y con prisa, porque nada más pillarla hay que preparse para el primer pase. Aunque ha decir verdad fui con tiempo… así que tocó café en la sala de prensa con esa magnífica máquina de café que no patrocina esta web.
La primera película. Esa que esperas con ganas. O no. La verdad es que no tenía muchas de ver Suspiria pero había que cumplir con la inauguración. A la segunda película del día tenía más ganas, aunque por su horario de madrugada me echaba un poco para atrás. Menos mal que Operation Red Sea cumple en lo que promete.
Sitges Awards: 1) Cafetito en la sala de prensa – 2) Ser el primero en la cola de prensa – 3) Primer menú Odisea del Espacio (anteriormente conocido como menú zombie)
‘SUSPIRIA’, el tostón que no para da bailar
¿De qué va? Susie es una joven bailarina americana que viaja a Berlín para cursar sus estudios artísticos en la famosa Markos Tanz Company. Allí, la directora artística Madame Blanc queda completamente fascinada por su talento. Pero una serie de misteriosas desapariciones entre las estudiantes dejará en cubierto que este prestigioso centro podría albergar terribles secretos.
¿Quién la hace y quién sale? Remake que dirige Luca Guadagnino, responsable del melocotón de Call Me by Your Name (2017), y en su reparto destacan Dakota Johnson, Chloë Grace Moretz, Tilda Swinton, Lutz Ebersdorf y Jessica Harper, protagonista original de la película de finales de los 70 dirigida por Dario Argento.
Mini crítica: Ahora entiendo cuando decían que Suspiria no era una película sino toda una experiencia. Pero podrían haber dicho que más que experiencia es un tostón de mucho cuidado.
Hasta la primera hora entras en ella a través de una atmósfera inquietante y realmente hay cosas a destacar como sus detallados y bien encuadrados planos, su hipnótico montaje de sonido o una escena en concreto que fascina y horripila a partes iguales.
El problema es que a medida que se desarrolla la historia te van importando cada vez menos la danza, el horror, su contexto político con calzador y hasta las tetitas de Dakota Johnson. Bueno, esto último no. Lo que pasa es que deja frío, aburre y se hace larga. Y rematan la jugada con un final desastrosamente pretencioso y ridículo digno de Baskin. Sí, la turca Baskin.
Ojo que el epílogo (si es que no os habéis ido de la sala aún) te toca la fibra. Posiblemente el único momento que realmente te importa algún personaje.
Baldómetro: Mala 2/5
‘OPERATION RED SEA’, o como poner palote a Michael Bay
¿De qué va? Seguimos los pasos de un grupo de soldados del equipo de asalto de la Armada China que es envíado a la nación de Yewaire, en la península arábiga, para rescatar a trabajadores y funcionarios chinos que están en ese país azotado por violentos grupos terroristas.
¿Quien la dirige y quién sale? El responsable de la también adrenalítica Operation Mekong (2016), Dante Lam, se pone detrás de las cámaras (y las balas) para dirigir a Eddie Peng, Zhang Hanyu, Joyce Feng, Ken Lo, Ganesh Acharya, Carl Ng y demás gente que no conocemos pero que llevan casco militar.
Mini crítica: El sueño húmedo de Michael Bay. Jugando al Call of Duty, claro. No se puede definir de otra forma los 140 minutazos de acción adrenalítica que veremos aquí. Hay momentos para la pausa y el desarrollo de los personajes, pero esta cinta en su totalidad está llena de explosiones, tiroteos y sangre.
¿Que tiene rollo propagandístico sobre la Armada China? Por supuesto. ¿Que la historia es una chorrada? También. Pero no nos importa ni una cosa ni la otra. La acción es tan contundente y sorprendentemente real (menos cuando canta el CGI) que no paras de flipar con lo que ves.
Además las diferentes escenas nos la sirven una detrás de otra en diferentes formas: duelos de francotiradores, combate cuerpo a cuerpo, disparos de tanques, granadas revienta brazos, drones juguetones, visión en primera persona, el momento sigilo, cámaras ultra lentas… Lo tiene todo. Y van cambiando de una cosa a otra de forma tan natural que no queda forzado en el conjunto. Coño, que te crees lo imposible.
Para acabar: al ser una producción china no conocemos a nadie del reparto (al menos yo que me iba confundiendo) pero el Sr. Lam lo ha tenido en cuenta y en el prólogo nos presenta a los personajes con una sencilla cartela y un rango. Lo básico para más adelante empatizar y sufrir con ellos cuando empiezan a pasarlas canutas de verdad.
Baldómetro: Buena 4/5