Ahora sí: último día. Como el sábado tenía el triplete de películas no pude ir a la sesión sorpresa en mi querido Auditori pero al menos al día siguiente se repetía. En el Retiro y esta vez con sesión numerada por si me quedaba sin.
Sí, fueron unos últimos días un poco improvisados. Tanto que se me escaparon La abuela, de Paco Plaza, y el supuesto peliculón que fue Silent Night, que se llevó el premio al Mejor Guión para la británica Camille Griffin. Hablando del palmarés… ¿Mejor Película de este año? Lamb, un drama sobre extrañas maternidades con Noomi Rapace y un niño-cabra de protagonista. Y como habréis podido comprobar esta no la vi.
El jurado presidido por el cineasta iraní asentado en Dinamarca Ali Abbasi ha repartido diversos premios ex aequo, probablemente empujado por la gran cantidad de películas que conforman la sección oficial a competición.
El de Mejor Actriz fue para Rapace que lo compartió con Susanne Jensen, debutante en la austriaca Luzifer. El protagonista de este filme, el alemán Franz Rogowski también compartió el premio a Mejor Actor con el australiano Caleb Landry Jones, gracias a Nitram, que también obtuvo el galardón a la Mejor Dirección para Justin Kurzel.
Para destacar algunos más: el Premio Especial del Jurado premió el grotesco western galáctico con estética ochentera que destila After blue, del francés Bertrand Mandico, Mejor Fotografía al blanco y negro de Limbo, dirigida por el hongkonés Soi Cheang, y la Mejor Música para Mona Lisa and the blood moon, la película de Ana Lily Amirpour encargada de inaugurar el festival el pasado día 7.
‘DASHCAM’, un tren del terror en época COVID19
¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? La dirige Rob Savage, responsable de la exitosa Host (2020), y está protagonizada por la cantante Annie Hardy y Amer Chadha-Patel.
¿DE QUÉ VA? Una streamer que viaja en coche para huir del confinamiento y así seguir dando contenido en directo a sus seguidores, se ve abocada a una pesadilla terrorífica cuando recoja con su coche a una mujer empapada de sangre.
CRÍTICA | Cuesta recordar una película sorpresa más festivalera. Con su tercer trabajo Savage se ha sacao de la manga un salvaje tren del terror en primera persona que te hace gritar, reir y aplaudir.
Eso sí, es un salvaje tren del terror con alguien incordiando en la butaca de al lado. Desde el minuto 1 la adorarás o la odiarás, pero el personaje de Hardy no dejará indiferente y te puede echar a perder el visionado. Pero al menos que sepáis que casa a la perfección en este viaje de violencia, fluidos, muchas risas (ojo al chat del directo) y música rap.
Si quitamos una protagonista un poco odiosa hay que reconocer que la cinta funciona. Entretiene y nos mantendrá pegados al asiento con la tensión de los momentos aparentemente más tranquilos y además nos dará unos buenos jumpscares.
¿El problema? Que agota. De tanta cosa que pasa en pantalla la sensación es la misma que tienes al haber comido demasiado. Ya no solo por intentar leer todos los mensajes del chat del directo (eso ya es frikada mia), sino porque en su parte final se descontrola tanto el asunto que la cámara no parará quieta.
BALDÓMETRO: No está mal (3/5)