Segundo día y ya hay cambios. Como me enteré que la huelga de trenes en Renfe se había acabado el viernes decidí pillar el tren para ir a Sitges. Una experiencia más. Total, hace tiempo que no lo hacía y es más barato que el peaje del coche. Pero… me quedo con el coche…
Lo bueno es que al llegar en tren antes de mi sesión matinal doble en el Retiro pude asomarme para ver unas bonicas vistas desde la playa. Estas cosas siempre se agradecen para coger fuerzas. Bueno, y el desayuno del café+croissant que me metí. xD
‘LA PASAJERA’, un Torrente sci-fi a ritmo de pasodoble
¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? Debutan en la dirección de largometrajes Raúl Cerezo y Fernando González Gómez después de curtirse en el mundo del cortometraje y de la publicidad. Está protagonizada por Ramiro Blas, Cecilia Suarez, Paula Gallego y Cristina Alcázar.
¿DE QUÉ VA? Una furgoneta de uso compartido en la que viajan el conductor, una madre y su hija, y otra mujer, atropella a una excursionista que camina en la oscuridad de una carretera secundaria. Tras subirla al vehículo para llevarla al hospital más cercano, comienzan a observar que tendrá un comportamiento peligroso.
CRÍTICA | No sabía con qué me encontraría pero desde luego para nada pensaba que sería una cinta de serie B con toques sci-fi de terror, una portentosa banda sonora de pasodobles y con un personaje que es el alma de la película. Y oye, todo junto funciona.
Desde los primeros minutos no solo ves que el conductor (y su furgoneta) encarnado por Blas será el gran protagonista, sino que lo calamos al instante. Es el Torrente de nuestros tiempos: misógino, machista, cavernícola, conspiranoico y gran apasionado de los toros. Y al igual que en Torrente si entras en su humor cañí conseguirá sacarnos muchas risas con sus carismáticos diálogos o frases. De ahí lo de Torrente.
Eso sí, un Torrente mucho más entrañable ya que la relación que tomará con la niña será muy importante en el tercer acto de un guión cuidado que no cae tanto como uno espera en el absurdo y que presenta bien el arco de los diferentes personajes.
La cinta transcurre casi en su totalidad dentro de la furgoneta (la Vane, para los amigos) pero a pesar de ello los directores consiguen hacer una dirección dinámica, no repetitiva y hasta sorprendente con planos secuencia que saltan de un personaje a otro. Ahí se demuestra cierta destreza hasta en el tempo de los momentos de tensión y en el ritmo del metraje.
¿Pero se le ven las costuras? Claro que sí. Todo el rollo sci-fi del espacio no encaja del todo en la historia aunque se ven las buenas intenciones (y no digo más para evitar spoilers), algunos efectos especiales digitales son básicamente cutres (los artesanos de látex sí están bien) y hay momentos que por desgracia no se entiende lo que dice Blas. SORRY.
Aún así no nos importa, su visionado es más que disfrutable aunque no seas fan de la tauromaquia o de Lou Dipa.
naba al principio. Al menos lo que no pierde fuerza es el humor macabro aderezado con la fantastica interpretación de Keery, cuyo tour de force a medio camino entre adorable y puto loco es el cimiento de la película.
BALDÓMETRO: Buena (4/5)
‘WITCH HUNT’, caza de brujas para Telma y Louise
¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? Escribe y dirige Elle Callahan, responsable de Head Count (2018), y está protagonizada por Elizabeth Mitchell, Abigail Cowen y Gideon Adlon.
¿DE QUÉ VA? En una América distópica donde las brujas son reales, el estado ha establecido unas leyes discriminatorias durísimas contra la brujería. En ese contexto una adolescente tendrá que convivir con otra adolescente que quiere cruzar la frontera de México ilegalmente.
CRÍTICA | No soy muy fan de los dramas adolescentes pero a esta cinta se le ven buenas intenciones en muchos momentos. Lástima que olvida su título y desaprovecha un tema tan gordo como la caza de brujas en nuestros días.
Es cierto que hay mucha crítica social sobre el racismo o la inmigración, pero no profundiza tanto como debería. En lugar de eso aflora el drama familiar y adolescente y seguimos a unos personajes que quieren ser interesantes.
¿Lo consiguen? A ratos. La relación entre las dos adolescentes evoluciona e interesa pero tendremos que aguantar escenas alargadas, diálogos que no aportan nada y algún que otro bostezo mientras ya sabes como va a acabar todo.
Realmente acaba siendo un poco peñazo porque además la cinta falla al crear tensión con el inspector cazabrujas al más puro estilo Christoph Waltz, o al asustarnos ya que usa unos innecesarios jumpscare que rompen el ritmo.
¿El final? PARA NADA lo compro, pero lo entiendo en todo su contexto de drama adolescente. Sin duda no dejará indiferente. Lo odias o lo quieres.
BALDÓMETRO: Mala (2/5)