El ‘Retrato de Adele Bloch-Bauer I’ es uno de los cuadros realizados por el pintor Gustav Klimt en 1907 de la mujer de Ferdinand Bloch-Bauer, un rico industrial azucarero judío. Años más tarde, Adele muere de tuberculosis e indica en su testamento que los cuadros de Klimt deben donarse a la Galería del Estado de Austria. Pero cuando los nazis ocupan Austria en 1938, y su viudo se exilia a Suiza, ese cuadro, entre otras muchas propiedades, quedaron confiscadas por Hitler.
Antes de morir en 1945, y una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, Ferdinand hace testamento, pero en él no secunda la voluntad de su esposa, y deja la propiedad de las obras de Klimt a sus tres sobrinos: Robert, Luise y Maria. Pero como las pinturas permanecieron todo el tiempo en Austria, a pesar de ser expoliadas por los nazis, el gobierno se inclina por el primer testamento de Adele.
Pues bien, toda esta parrafada histórica viene a que en ‘La dama de oro’, la protagonista de la historia es Maria Altmann, sobrina de Adele, que muchas décadas más tarde desde su residencia en Norteamérica y con 82 añazos, emprende una larga batalla legal, junto a un joven abogado, para conseguir que el retrato de su tía vuelva a casa. Una historia real que llegará a nuestras pantallas el 10 de Abril.
La dirige Simon Curtis, responsable de ‘Mi semana con Marilyn’ (2011), otra cinta basada en hechos reales. Helen Mirren, Ryan Reynolds, Katie Holmes, Charles Dance y Daniel Brühl forman su reparto principal.
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